jueves, 24 de junio de 2010

Educación moral y matrimonio homosexual

Tengo amigos, muy buenos amigos, que viven alegremente (o eso realmente parece) con atracción al mismo sexo, algunos de ellos "casados". También tengo amigos, muy buenos amigos, que sufren esta misma atracción y quisieran ser heterosexuales. Jamás permitiré, y estoy dispuesto a partirme la cara con quien haga falta, que se insulte a ninguno de mis amigos, se les haga de menos o se les discrimine. Pero igualmente me partiré la cara con quien haga falta, y estoy dispuesto a dar mi vida en el empeño, por defender la unidad, indisolubilidad y verdad del matrimonio heterosexual, único matrimonio verdadero, dispuesto así por Dios en el orden natural, y elevado a sacramento por Cristo.
Estos días se cumplen los cinco años de la aprobación del llamado "matrimonio homosexual" en España. Con este motivo han tenido lugar varios actos y otros que se llevarán a cabo. Soy totalmente contrario a la celebración del Día del Orgullo Gay. Una cosa es pedir respeto a la dignidad de los que tienen atracción al mismo sexo, y otra muy distinta el hecho de que con este "pretexto" se insulte a la Iglesia, se blasfeme contra Dios, se denigre el matrimonio, se desprestigie y ofenda miserablemente a las familias hombre-mujer y a quienes piensan que el matrimonio heterosexual es el único matrimonio verdadero y así quieran defenderlo y enseñárselo a sus hijos, y todo ello envuelto en un lujurioso procesionar de carrozas con hombres y mujeres disfrazados y/o "semi" desnudos. El hecho de que dicha celebración conlleve un indignante derroche de dinero y medios es lo menos importante.
De todos es sabido que el veneno comunista, tras eliminar todo atisbo de sobrenaturalidad en los individuos, familias y sociedades, quiso y quiere robar el derecho primordial de los padres a la educación de sus hijos según sus rectas convicciones. Pretendiendo suplantar a Dios, se cree con la potestad de determinar cómo han de ser las familias, incluido cómo ha de transcurrir su vida sexual (Me viene a la cabeza que son ellos mismos los que nos acusan a los sacerdotes de estar siempre metidos entre las sábanas de los matrimonios). El Estado asume la educación, pasa por encima de los padres usurpando y expropiándoles sus derechos fundamentales, y enseña la moral según corresponda a las ideas de quien ostenta el poder y se arrogue la autoridad. Educar cristianamente a los hijos es una labor martirial, sí, hasta el derramamiento de la sangre.
Por eso, queridos amigos que tenéis atracción al mismo sexo: os amo con toda mi alma, rezo todos los días por vosotros y os defenderé contra cualquiera que pretenda haceros daño. Mas si tuviera que elegir entre vosotros o Dios, -como ocurriría si tuviera que escoger entre Él y mis padres, mi familia, o mi vida-, no lo dudéis, Dios siempre sobre todo aunque me exprimieran la sangre. Y así le ruego ocurra también entre vosotros. Repito, os amo de veras, pero como amigos en el Señor. Si cediera al error, a la mentira o a la injusticia, no podría amaros y ningún bien os haría mi amistad. Rezad también por mí. Un fuerte abrazo.

4 comentarios:

  1. Por mucho que haya una ley, mo se puede llamar una cosa con el nombre de otra...

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  2. Como bien ha comentado el primer ministro Cameron, no hay nada más conservador que el matrimonio. Por eso me pareció un error cuando ZP legalizó los matrimonios homosexuales en lugar de equiparar las uniones civiles y parejas de hecho con los matrimonios.
    Desde mi punto de vista, exigir un derecho, anclado en un pasado rancio y que debe ser superado es un tremendo error. Pero mientras así estén las cosas, mejor lo malo conocido (matrimonio homosexual) que lo óptimo por conocer (equiparación entre parejas de hecho y matrimonios).

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  3. Deberian empezar a pensar como personas del siglo en el que estamos, y ademas pensar que no son los unicos ni sus ideas son mejores que las del resto.
    Cada cual con su vida deberia poder hacer lo que quisiese sin ningun tipo de polemica.

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  4. Por mucho tiempo que pase creo que no conseguire entender que tiene de malo la union de dos personas del mismo sexo... no entiendo porque tanto escandalo por lo que cada uno haga o deje de hacer en su alcoba y con su propia vida, me parece absurdo que sea un tema tan a debate en el siglo xxi, se tendria que haber superado ya.

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