Si Dios nos ha dado una cabeza para entender y un corazón para amar, ¿por qué vivir decapitados y descorazonados? Piensa y cree con todas tus fuerzas, con toda tu mente, con todo tu ser.
sábado, 5 de julio de 2008
Martirio del niño cristero José Luis Sánchez del Río. ¡Señor, que también me toque a mí!
No hay comentarios:
Publicar un comentario