Si Dios nos ha dado una cabeza para entender y un corazón para amar, ¿por qué vivir decapitados y descorazonados? Piensa y cree con todas tus fuerzas, con toda tu mente, con todo tu ser.
lunes, 19 de noviembre de 2007
Teología del martirio, por el Dr. Eduardo Vadillo Romero
No hay comentarios:
Publicar un comentario