Déjame que te sueñe,
que por la noche dormir no puedo.
Entra en mi alma, ven y posee
cada latido, cada momento.
Que si no puedo tenerte cerca
déjame al menos tenerte dentro...
Por unas horas gozar contigo,
de par en par abrir mi pecho
para mostrarte cómo te amo
y cómo sufro si no te tengo...
Dame unas horas para soñarte,
que nada estorbe mi pensamiento.
No te me vayas jamás, mi vida,
que sueño en vela que estoy dormido
y velo en sueños cuando te sueño...
Si Dios nos ha dado una cabeza para entender y un corazón para amar, ¿por qué vivir decapitados y descorazonados? Piensa y cree con todas tus fuerzas, con toda tu mente, con todo tu ser.
lunes, 18 de octubre de 2010
Déjame que te sueñe. (A mis dos madres, la de la tierra y la del Cielo)
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Precioso. Me ha encantado.
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