-Oiga, señora, ha tenido una hora para confesarse. Si quiere consultar esto, me lo diga antes...
-¡Pero es que el pecado lo he hecho hace diez minutos!
-Pues se aguanta. Haber pecado antes. Es más, voy a enterarme de quién es usted para prohibirle confesarse.
Si Dios nos ha dado una cabeza para entender y un corazón para amar, ¿por qué vivir decapitados y descorazonados? Piensa y cree con todas tus fuerzas, con toda tu mente, con todo tu ser.
jueves, 30 de julio de 2009
Voy a pedir quién eres para evitar que vengas a este ministerio
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Que buen pie has puesto en el video. me he divertido mucho. Por cierto mañana si D.q. la oración de sacerdotes de mi blog es para tí. Si quiered decirme donde ejerces tu ministerio lo pongo y si no no importa. El Señor sabe tu campo. Un abrazo y unión de oraciones.
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